Desde que empezé a creer en Dios me he empezado a quedar mucho más loquito. Siempre he sido muy hábil para mentirme. Ahora las cosas me hablan, simbolizo hasta el artazgo y el ahora se concatena de maneras sorprendentes.
Satori. En japones. Es como el doble espejo en que se relacionan dos conceptos. ¿Qué qué? Lo finito es parte de lo infinito. Lo infinito es parte de lo finito. Generalmente me establezco en la primera mitad.
Soy una criatura, un hombre. Entiendo mi corporaleidad, mi finitud de forma, pero puedo sentir a Dios, lo infinito y liberarme de mi cuerpo y de la muerte.
Al revés el satori y me veo en la eternidad. Delirios de ser Dios, hay que estar sentado o apunto de irse a dormir, y encuentro el todo en mi centro. Para que luego obviamente me tenga que dar cuenta de nuevo de mi corporaleidad etc.
El satori sirve para cualquier doble concatenación de conceptos.
jueves, septiembre 02, 2004
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