lunes, junio 25, 2007

Sueltos IV

El buen humor, entre el chiste y la mala broma, se encuentra entre el aire vital que se consume y ese mismo aire que se gasta en el gesto más incompresible: la risa.

Dejas de vigilar y ser contestatario con tus contemporáneos cuando los ves escribir en público con la misma pena que tú.

O te callas, o empiezas a bailar.

La obsesión por arraigarse es la necesidad por recordar el propio nacimiento, todos los nacimientos de nuestras distintas vidas, y entender porque empezamos a movernos.

Entre necesidad y necedad las (h)ese-(c)es del camino.

No temas; si tú lo sientes el otro también.

El fenómeno de la creación de conciencia es un choque de carneros entre otros.

Asumir que el propio autor de una obra entiende y controla todos sus significados, es decir que lo que ha creado no dice nada.

Un meta-ejemplo que se dice a sí mismo es el ejemplo meta porque deja de lado las guías.

Hincharse de aire para observar que todas nuestras ficciones de lenguaje no son más que tumores alucinados.

Criticar libros de muertos, sin que haya ningún tipo de retribución creativa, es como educar pericos.

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