La única decisión importante en la vida es tener hijos.
Estar atento a uno mismo es ser dos veces. Atento: ser dos veces uno mismo, estar.
Lo mejor del sexo es el más sexo.
Vivirse como si uno no fuera libre pone a prueba nuestra libertad hasta el punto donde la creación del universo no tiene interpretaciones simbólicas antropomórficos y somos productos de un no sé que, que no se la sabe.
De babear a balbucear está tragarse las propias palabras exprimiéndonos en abstracciones.
Cambiar con la euforia de que el mundo no se deshace sino que cada vez es más y mayor; mayor y más complejo.
La falacia de la frustración es el flujo.
A quien se le prende el foco se le ilumina la estancia.
Habitar es deshacerse en todo lo vivo que vibra propiamente.
Perderse en las inmediaciones del lenguaje e inmediatamente escapar por la tangente de la rima o por el pasadizo de la ambigüedad.
miércoles, junio 27, 2007
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