jueves, marzo 05, 2009

Para Jorge y Antonieta

Aquel que ve el graffiti lo mantiene vivo. Inconscientemente dentro del observador existe la incertidumbre del artista, sin nombre, famoso entre sus amigos por valiente, o por tener contactos con el estado.
El graffiti en México está en lugares extraños, parece más que la idea de crear conciencia sobre la realidad, un rush de pintar, pintar y pintar. Existe una estética alrededor de este que nos hace despertar ante la esquina, su doblez imposible y la oscuridad antes de la vuelta.

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