En sueños te veré...

En sueños te veré

No temas. Ninguno de los dos sabe quien es el otro, pero eso no importa. Lo que importa es que hay alguien que te escucha, que te ve y te excita a un abrazo. Cuando despierto temo (hay un mal atorado en mi corazón que fluye como el agua) pero entre sueños, en estos sueños despiertos de imaginación, espero verte, oírte un poco en esa gran música que es nuestra. No se quien eres, ¿te invento? Digo, ¿quieres que te invente? Sólo hazme reír un segundo y suspirar largo y profundo como olvidando todo lo que me apega, que por más que lo piense me sigue dando miedo. Eres tan perfecta, tan maravillosamente estable e indestructible, colorida e indolora, sabrosa y musical. En sueños te veré, y no sabrás quien soy, pero si me escuchas, o me sostienes largo y largo abrazo de un dedito o una sola pierna, o tu cintura o acercarme como delfín a tu sexo o largo Do Re Mi sostenido entre nuestros ojos o me dejas dormir entre tus piernas. Entonces, sabré que eres.

En sueños te veré.

No temas. Te vas a transformar pero no temas. Tú sabrás que soy yo y yo sabré que eres tú. No quien soy, NO, tal vez quien somos, mejor que somos. Me arremolino entre las sabanas esperando a alucinar lo que llaman sueños. No sólo el placer de desaparecer si no reencontrarme en la mañana en nuevo reto, en eso nuevo que eres tu, que es todo.

En sueños te veré
Ahí te espero cada noche, cada día que se hace esa misma noche. Y cada mañana que será presagio del día, deja-vu eterno, tendrá su noche y encontrarnos será el misterio de siempre. Tan sorpresa como lo que se repite.