Sordos ante la aporía de ser, no sólo nos atrevemos a opinar, si no que tenemos las agallas para escuchar.
Despertar es escalar amorfos revoloteando las escamas que hemos nadado en la cama para levantarnos y estirar el odio de permanecer vivos porque el futuro lo hemos visto como osos que escuchan y lo hemos leído como puercos que no respiran ni sudan en sueños bajo aguas que intentamos beber para seguir amadon-o-matándonos en ciclos o deseos que entre entropía y entropía, entre vida y vida, entre alma y alma ya ni siquiera nos dejan ver claramente hacia delante.
Como cada palabra es un camino mejor tú hazte bolas.
La rima es la magia de la palabra que muta cuando se le nombra.
lunes, enero 21, 2008
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