lunes, enero 10, 2005

Inefable.

Y esas ganas de decir algo que está más allá de ti.

¿Qué soy?

Y los nombres que le inventaron a los sentimientos.

¿Cómo sé si lo que siento es esa palabra?

Y la melancolía de quien sabe por qué.

¿A dónde voy?

Y la constante necesidad de callar el misterio.

¿Por qué me tiembla la panza?

Y ese pequeño haz de luz que entra en la sala cayendo sobre el ojo izquierdo del cuadro.

¿A quién le hablas?

Y el haber empezado a escribir dejándose a uno mismo notas para el futuro.

¿Alumbrado: para qué sigues andando?

Y ese estar inventando el amor.

¿Dijiste algo a fin de cuentas?

Y ese contarse las mismas esperanzas para seguir viviendo.

¿Pero qué esperas pues?





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