lunes, enero 10, 2005

Vivir.

Fue salir a la calle y arrancarle unas hojas al árbol.
Fue gritar "¿quién soy?" debajo del mar y jugar fútbol sin bloqueador odiando al sol.
Fue darse una maroma en el pasto y comer gomitas.
Fue acelerar el corazón para flotar e inmolar la carne para ser humano.
Fue darle vueltas a la mesa de cristal.
Fue moverle los engranes al reloj.
Fue tu tía en bicicleta esperando morir.
Fue la mañana soleada cuando ya no podías llorar.
Fue la noche cuando ya no podías dormir y nunca había estado tan feliz, no querías morir, te gusta estar vivo.
Fue tronarse los dedos para morder el aire.
Fue probar todos los sabores de helado y sazonar el frío.
Fue tocar tristeza en la batería mientras caía un lado de la moneda.
Fue correr hasta olvidar las piernas y caer junto a una cuchara de plástico.
Fue no cambiar el rostro en el espejo de carbón.
Fue sentir el esqueleto en la bugambilia del vecino.
Fue andar en patines sobre las barrigas de los pobres.
Fue estornudar llorando, mentir riendo, esperar hablando.
Fue el día en que decidiste que decidir no era decisivo.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Tenemos la posibilidad de cambiar y, así, dejar de ser por un segundo, en un segundo ser otro y sin pero ser.
¿Tenemos la posibilidad de seguir siendo y no cambiar?
No. Somos un mortal desafío de mutaciones. Somos seres en constante metamorfosis; podemos darnos cuenta o no, no importa, no por eso deja de ser, suceder.

No fue nada ¿verdad?

Anónimo dijo...

lola la sabia: lo mas sabio que has hecho, es reconocer que no fue nada.
podrias decirme como es que llegas a tales conclusiones.